sábado, 3 de enero de 2009

EL OIDOR EGAS VENEGAS

En esta época la ciudad recibe la visita del visitador Egas Venegas quien después de evaluar las condiciones de desarrollo de la plaza tomaría serias medidas contra los encomenderos como las multas. Estos se quejarían al gobernador Bravo de Saravia, quien los llamo a la calma y les ofreció revisar los fallos del visitador. El escribano Antonio de Quevedo daba cuenta de lo obrado por el visitador Venegas en un testimonio de fe:
“ … El dicho señor licenciado (se refiere a Egas Venegas) después acá prosiguiéndose la dicha visita y cuenta de los dichos oficiales reales en razón de las dichas cuentas que han venido de las dichas ciudades de Valdivia, Imperial y Villarrica y dudas que en ellas ha tenido y adiciones que les ha puesto, ha dado comisión al contador Francisco de Gálvez para que lo averigüe y haya de toda claridad y para que tome las cuentas de la ciudad de Osorno; y di fe que en esta ciudad el dicho señor licenciado se ha ocupado y ocupa desde veinte y dos días del mes de septiembre de este presente año hasta agora en tomar las cuentas al factor Rodrigo de Vega Sarmiento…”
(Javier Barrientos Grandon, La Real Audiencia de Concepción, Revista de Estudios Histórico – Jurídicos, Sección Historia del Derecho Indiano, 1992-1993, pág. 155)

El cronista Mariño de Lovera nos entrega otros datos de lo obrado por el veedor Egas Venegas:

“...Entrando por la Imperial y prosiguiendo hasta Valdivia donde puso en harto aprieto a los encomenderos haciéndoles pagar todo lo pasado, y como los desafueros habían sido tantos y ellos tenían ya tan poca costilla era gran compasión ver lo que padecían porque muchos de los ministros como escribanos y alguaciles y otros semejantes apuraban tanto a los miserables por tener de donde sacar su salario que quitaban las cobijas de las cunas de las criaturas con hartos clamores de las madres, y aun algunos eran como gatos golosos que estando puestos para guardar la caza de los ratones, come uno de ellos más en un día que cien ratones en un mes.”
“...Hizo el visitador grandes condenaciones a los vecinos, aplicadas a los indios por las demasías y negaciones que se habían usado con ellos sacándoles con diversos medios y extorsiones mucho más de lo que estaba señalado por tasa, y así le mandaron ciento y cuarenta mil pesos y once mil fanegas de trigo y maíz, ultra de diez mil pesos que se aplicaron para la cámara de Su Majestad y salarios de Visitas.”
(Javier Barrientos Grandon, La Real Audiencia de Concepción, Revista de Estudios Histórico – Jurídicos, Sección Historia del Derecho Indiano, 1992-1993, pág. 165)

Por otra parte los cabildos de las ciudades del sur de Chile y en especial Valdivia, harían llegar sus quejas al rey Felipe II a través del capitán Juan Ortiz de Zarate. Esto escribía el cabildo de Valdivia el 24 de octubre de 1573:
“La necesidad urgente que este reino tiene del favor y socorro de V. E. ha sido causa que el capitán don Juan Ortiz de Zarate salga de él a dar cuenta a V. E. del estado de la tierra, que cierto su trabajo en que queda es tan grande que si V. E. no la favorece y socorre, la guerra y la miseria de ella será perpetua. Y porque de todo él dará larga cuenta, como persona que desde que entro en ella no ha salido de la guerra que ha mas de tres años, nos remitimos a él”.
(Archivo de Indias, España)