viernes, 8 de mayo de 2009

LEVANTAMIENTO DE 1792

Un nuevo motivo de alzamiento a los huilliches les darían los españoles. Estos comenzarían a ocupar tierras y expulsar a sus moradores. Es entonces cuando varias comunidades huilliches encabezadas por Tangol (Río Bueno), Queipul y Catrihuala forman una alianza para expulsar a los españoles de sus tierras.
Los primeros síntomas de rebelión se producirían a partir del 23 de septiembre de 1792 cuando los huilliches comenzaron a atacar a los españoles que se asentaban en las cercanías de la misión de río Bueno. Incendiaron las casas de los españoles, asesinando al correo del rey Carlos Mole y a nueve de ellos y robando el ganado. El misionero de Río Bueno, fraile Antonio Curcoa, fue amarrado desnudo a la cola de un caballo y arrastrado por el campo hasta la muerte.
Las noticias de estos hechos llegarían de manera parcelada de mano de los españoles que huían de los huilliches, y de las correspondencias enviadas por el superior de la misión de Cudico, fraile Francisco Hernández.
El gobernador de Valdivia, Lucas de Molina, convocaría a dos juntas de guerra, celebradas el 30 de septiembre y el 2 de octubre. En ellas se acordó formar una columna de soldados que debía partir con premura a reprimir a los sublevados. La columna la formaban 35 milicianos y 47 presidiarios. Debían emprender viaje remontando el río Tenguelen (Futa) para reunirse en la misión de Dallipulli con 22 soldados que estaban estacionados en ese lugar. El mando de estas fuerzas recaería en el capitán Tomas de Figueroa. Estas fuerzas partieron desde Valdivia el 3 de octubre.
Al ingresar en la zona de Cudico se encontrarían con la resistencia de los naturales. Luego de algunas escaramuzas, condeno a muerte, el 21 de octubre, al cacique Manquepan, a sus tres hijos y 17 mocetones.
Posteriormente, luego de sortear una resistencia algo irregular, llegaba al Río Bueno y lo cruzaba.
Luego de capturar a los caciques Añil y Catrihuala y con su ayuda continuaría marcha hacia el sur.
Así el día 22 de noviembre procede a tomar posesión de las ruinas de Osorno, a nombre de la Corona española, informando de esto al gobernador de Valdivia, y este de inmediato al Gobernador de Chile, Don Ambrosio O´Higgins, quien ordena la Repoblación de Osorno con colonos de distintas partes del país, especialmente de Chiloé.
La fuerza de Figueroa continuaría sus combates contra los sublevados destruyendo chozas y sembrados. Al darse cuenta del aparente sosiego de los indígenas volvería marcha hacia Valdivia. Al repasar el Río Bueno se toparía con una débil resistencia.
Figueroa regresaría a Valdivia el 14 de enero de 1793.
El 19 de marzo se levantaba en las cercanías de la misión de Río Bueno el fuerte San José de Alcudia.

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